La imagen del Santísimo Cristo del Amor, es una talla de la Imageneria Religiosa Tradicional. Se atribuye al artista D. Enrique Castera Masia de Madrid.

Se encargo en el año 1.963 y se entrega a la cofradía en el año 1.685, siendo solemnemente bendecida en los Cultos Cuaresmales del referido año. 

El primer paso que se adquiere fue pedido al artesano Tarifeño, D. Enrique Rendon, con cuyo paso se realiza la salida durante cinco años.

El paso actual se adquiere en 1.971 es obra de D. Antonio Velazquez tallista de Cádiz. Es una obra de arte, aparte de trono, caídas y canastilla, lleva adosado en talla el escudo de la cofradía, así como el del municipio de Barbate. En los costados y en sendas capillas las imágenes de Nuestra Virgen del Carmen y San Paulino, patrones de la localidad.

 

En cuanto a la imagen en si, según estudio realizado por D. Jose Gonzalez Quiros,  la figura es un crucificado, que busca un ideal del cristo sin mucha sangre, y simétrico. En el arte Romantico el crucificado es rey, en el barroco es un cristo historico, mientras que en el siglo XX, busca rasgos mas esteticos y estilisticos.

El artista ha aumentado la potencia de los músculos, se aparta del cristo torturado, del que da pena y tristeza. Intenta que se vea que se este cerca de el, en las noches del jueves santo. Da sensación de estar suspendido en el aire, tiene tres clavos dos en las palmas de las manos, lo cual busca la estética huyendo de la realidad, ya que si fuera así se desgarraría, el tercero en los pies que hacen una ligera curva. 

El cristo tendido en un lecho seria simétrico, aunque en la cruz la cabeza esta hacia la derecha, el paño que le cubre tiene armonía con la talla, no muy trabajado pero muy semejante a la realidad. Se destaca unas piernas con gran fuerza. En cuanto a la cara es muy realista, y según el escultor es una cara a semejanza del pueblo judío con rasgos alargados.

Destaca en la cara la nariz, y sobre todo los parpados a punto de cerrarse, pero que dejan entrever los ojos, para que haya comunicación con las personas que se le acercan. La boca cerrad pero sin rictus.

El cuello cubierto por la melena sin que caiga por la gravedad al igual que la cabeza. unos brazos fuertes, y unas costillas paralelas ensanchando el tórax,

y un abdomen contraído presionándolo, de donde vendrá la muerte por asfixia. El cristo actualmente no tiene corona, al principio fue tallado con ella, pero el autor al instalarlo en su sitio en la Parroquia noto que sin corona tenia mas coherencia, dicha corona es la que lleva actualmente en la mano, Maria Santisima de la Paz.

El escultor se aparta del martirio de lo que es la cruz, no busca lo trágico, el dolor, la angustia, busca lo espiritual, se ve al Hombre Dios.